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Poemas

Tan sola se encontraba la torre

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Tan sola se encontraba la torre

provocando los grados de siempre

en los sombreros del muro abierto,

donde se aproximaban las horas

que aquí ya no urge nada ni evita,

el sonido olvidado que suena

como una mariposa leona.

Y así la brida estable aparece

en el rosal del pozo abrumada,

entre la sombra y frente al atajo

del único metal apenado,

y de la dura luna atacada

que aventura poner pensamiento

donde el temple se entrega y se toca.

Se aposenta afectada y a nado

vuelve en la anchura sólida y cómica

como una sala escala paredes,

a dos caras se acerca y congrega

la junta de la sal y afirmaba,

la fiesta de los niños en paz

leve y triple inventada amanece.

Y algunas veces parten semanas

otras chubascos o socavones,

justamente son causas apenas

levantadas que acaban hambrientas,

predeterminan manos y voces,

pese a llamada atenta que vuelve

a revalidar fleco desnudo.

Cuando hay un campo escucha la tierra

pobre deber repite desdicha

espera y no se impone es el premio,

el sino que nacido del vientre

defiende las raíces aladas,

con el clamor del alma elevada

al comienzo encontrado es pulsado;

Pórtico inexcusable arte libre

desde siempre compite apartado,

y sube y se mantiene repleto

de vacío sin esa confianza

que mantiene el camino allanado,

y sin intervenir en los truenos

de besos encumbrados y vivos.

José Pómez

http://pomez.netTan sola se enontraba la torre

Autor: José Pómez

Acróstico: Siempre así. Sabes crear alegría Irradiar los corazones Empaparlos de ilusiones Mostrarte con melodía Pregonando tu valía Recordándome el espino. Eres la ayuda al destino Ahora será fecundo Sembraremos todo el mundo Imitando tu camino. José Pómez http://www.pomez.net https://tinyurl.com/3smt2prx ISBN: 9781008924512

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