Algunas circunstancias de las cosas ligeras
pueden redescubrir palabras al instante,
con un lugar la acción protege la mano alerta
llevan así de pronto un algo atadas al tiempo,
y las más vivarachas acordonan los sueños
contra el rostro incesante del dueño enamorado.
Si te digo poesía porque te hallo en el fuego
los gatos arderán injustamente en la calma
de las escalinatas y con todas las palmas,
y si no te lo digo bajo yo al corazón
para recuperarte de entre todas las lindes
con mi arena enfrascada en los pétalos mezclados.
Al levante con agua de las terminaciones
la noche del pingüino fiel con damero alado,
al calorcito extraño contra la margarita
la pasada destreza desde las atenciones,
al oro errante lienzo circular de la boca
la incalculable espada de la mañana viva.
Si abierta la balanza se escaman las cerezas
y la infinita luna dentro del laberinto,
mira ávida en la tabla que se acaban las gotas
que no se mueva nunca la paja que la oculta,
que en mi isla mariposa se encontrarán de nuevo
el mar de los aciertos y el rastro del encuentro.
José Pómez
http://pomez.net