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Poemas


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El invisible extremo de la roca

El invisible extremo de la roca
que nace entre las plantas adivinas
se anima con el beso desprendido
del trazo de la tierra huye la hierba.

Alada con tus brazos, tu existencia
encuentra la manera en precedernos,
teñidos de imposible y emociones
tendré que fabricar otra cercana.

A la tempestad entre el ramillete
de luz y la rendija azul celeste,
entorno hermano no turba el semblante
ni surge la agitada incomprensión.

La insensatez cerámica y de cobre
de la consulta más precipitada,
y el devenir fanático y variable
de la barrera y de la escalinata.

La contracción en torre exagerada
abandona la atmósfera del pan,
de la belleza esclava y la razón
de natural malvada e impertinente.

Y el celo y hasta el crimen al olor
de una flor del paisaje, súbitamente
su transparencia acerca pobre imagen
de la sombra del muro hasta la puerta.

Y susurra: sentémonos, prudencia,
guarda la cordillera, que los tallos
brotan como propósitos felices,
y puedes dar la vida está en tu mano.

José Pómez
http://pomez.net