Le pido que acepte mi ramplona
décima de diez sílabas vivas
velero de arenas llamativas
por las que su alma escrita aterrona
que es usted una buena persona.
No se merece el revil castigo
de la torpe menta si persigo
la espera de la ficha en remojo
y lo mejor del blanco y del rojo
deseando que esté aquí conmigo.
José Pómez
http://pomez.net